jueves, 20 de octubre de 2011

Las cabras siempre tiran pal' campo

Ya ha pasado bastante tiempo desde la última entrada a raíz del Titán. Después de una prueba tan dura, la cabeza pedía un respiro, nada de entrenamientos duros ni de mirar tablas de ejercicios. No parar de hacer deporte, eso sí, pero a placer.



En realidad la temporada no se ha acabado, en el horizonte la Media Maratón de Granada y sobre todo... Este domingo 23 se celebra en mi pueblo, Jaén, el Duatlón de Montaña Balneario de Marmolejo. Un duatlón de montaña que circula por los caminos en los que empezamos a hacer deporte.

El año pasado llegué a esta prueba con un estado de forma aceptable después del Titán, pero con el cuerpo ya en bajada. Este año creo que me siento igual: todavía queda fondo físico, pero el óxido se empieza a acumular en las articulaciones esperando la recuperación invernal.
Pero no me gusta faltar a una prueba en mi pueblo. Allí empezamos con el Triatlón hace unos 10 años, gracias a Lucho, Dovar y otros tantos. El triatlón ha dado paso al duatlón, una prueba más fácil de organizar.

Pero no hay problema, se coge la mountain bike, tengo pico del titán... Nada más lejos de la realidad. El Duatlón 2010 se saldó con una aparatosa caída en la bajada del "Pintao", la parte más técnica del recorrido. No paraba de reir, parecía imposible que un Titán que ha hecho esa bajada desde pequeño se cayera ahí. Eso al margen de algunos otros pequeños pero estúpidos errores, que sólo ocurrirían sobre las "ruedas gordas". Pero es lógico.
La mountain bike y el ciclismo de carretera, creo que sólo comparten las dos ruedas. La carretera de da fuerza en las piernas, te da fondo físico, te da fondo mental. La montaña es capaz de darte un subidón de adrenalina en un segundo, te pone al límite técnicamente, y te recuerda que a veces la montaña es ingobernable.

Para este año recordaremos esas "cagadas" durante la prueba e intentaremos hacer un buen papel. Aunque a la mente no paran de volver las palabras "nadie es profeta en su pueblo"...:D

Antes de nada mi vieja Trek 6700 pasó por el taller, la horquilla estaba rota. Y por fin ayer jueves me la dieron con una horquilla nueva, una Suntour xct. Nada que ver con mi antigua Rock Shox, pero el presupuesto era limitado.
El jueves por la tarde quise probarla, sentir de nuevo el sabor de la montaña. Y ya creo que lo hice.
Subida a la Alhambra por la cuesta de Gomerez, y una vez pasado el cementario a meterse por todas las veredas que salían a mi paso por el entorno de la "Silla del moro". Increíble recuperar la sensación de desconfianza al ver una rampa de esas llenas de surcos, piedras con arena,... y sobreponerte a ella. Increíble cómo la mountain bike es capaz de ponerte el corazón en un puño en un segundo cuando no trazas el camino correcto y la bicicleta aprovecha para burlarse de ti. Concentración en estado puro. Nada de distraerse un segundo del camino.




Seguimos subiendo hasta llegar al comienzo de las famosas "7 curvas", en esta ocasión para bajarla. Increíble recuperar la sensación de adrenalítica de bajar por una vereda técnica. Bajada al límite, como se suele decir "a tumba abierta":D. La horquilla se mostró decente en la bajada.




Una vez completado, pasé por la vereda de debajo de la silla del moro. Circulando por un canal árabe, por un verdadero cortado que baja hasta el Darro, con el sacromonte a un lado y Granada con su Alhambra al frente. Un privilegia constante para la vista. La vereda es llana pero llena de curvas que te exponen a una caida segura. En la mente, recuerdos constantes de aquella Sierra Nevada Límite 2008, que circulaba por estos mismos caminos. La primera carrera en Granada, especial por muchas cosas...



Llegada de nuevo a la Alhambra y vuelta al asfalto. Aquí tenemos la ruta completa:
http://www.trainingpeaks.com/sw/2KS4YRPOTTLXRDYQLYRRD7O5IE

Las sensaciones geniales. Increible vivir en Granada. Hay muchas obras, mucha contaminación, mucho paro... Pero muchísima belleza en cada rincón. Basta coger la bicicleta y en menos de 15 min estás perdido en un entorno increíble, el mismo entorno que recorrían los árabes hace más de mil años. No me extraña que el pobre Boabdil perdiera la cabeza más allá de Otura, al pensar que no volvería a ver a su bella Granada. Uge, Lofer, Lirio, Carl, Jero, Charlot... nos queda todo un invierno para coger la MTB por este paraíso. Ya habrá  tiempo de volver a la "flaca".

El domingo volveremos a Marmolejo e intentaré no emocionarme por volver a esos caminos. No prometo nada:D

A seguir corriendo!!!